lunes, 12 de mayo de 2008

EL DECADENTE PERIODISMO ARGENTINO

En esta caótica Argentina, los medios cumplen un papel si no principal, al menos importantísimo, más cuando las instituciones están vaciadas de contenido (todas) y de forma (varias).
El gobierno prácticamente al no tener un estilo precisamente democrático, habla por los medios, y esto es que cuando tal periodista dice tal cosa o tal otra, es porque un alto funcionario le "mandó " decir, por eso también es significativo que el lector sepa leer entre líneas y conozca el quién es quién de los formadores de la opinión pública.
Pasa en la gráfica, en la radio y en la televisión y obviamente en los sitios de noticias de internet.
También es interesante conocer la "cocina" de los medios, es común que el lector corriente, vea una nota firmada y no cuestione su credibilidad y tampoco la capacidad del que escribe, al contrario, el hecho de firmarla valoriza más su gestión y hace que el periodista sea más considerado. Es una persona importante que forma opinión. ¡Caramba!
Ahora bien, si penetramos en sentido literal la redacción del medio (por ejemplo un diario) veremos que el firmante de esas notas, en gran medida, es apenas becario, que muchos de ellos no superan los 25 años, que su experiencia periodística es escasa y lo que es peor aún, el editor apenas llega a los 40, si llega. En esta profesión tiene mucha importancia la experiencia, no en vano, las grandes firmas, antes de serlo, pasaban por un sin fin de secciones internas y de distintas funciones.
Por otro lado estos jóvenes periodistas apenas ganan un sueldo de subsistencia, ya que la "mano de obra es lo que sobra" y las empresas periodísticas argentinas han dejado de valorar la profesión (valga la contradicción) para privilegiar el "negocio".
Estos pequeños escribientes, cuya imagen exterior es sobrevalorada y efímera, generalmente carecen de buena redacción,( de allí la importancia de los editores de edición), ya que han sido preparados más para la radio y TV que para otra cosa y por otro lado sueñan con su programa propio para hacer fortuna rápido, ya sea por el gobierno "operador" de turno o por empresas que los incluye en su presupuesto anual mas por relaciones públicas que por convicción.
Los dueños de los medios utilizan su producto, no con vocación periodística, sino por el contrario como una empresa eminentemente comercial cuyo mayor valor es el PODER que de allí les emana y en función de ello se harán los negocios o negociados.
Sucede hoy, en forma alarmante, no importa la noticia, importa lo que se dice en función de la operación encomendada. Por eso para un periodista estar bien informado es importantísimo, pues a mayor información, mayor será el interés que despierte en el Gobierno o aquel que es objeto de la operación realizada (¿extorsión?).
Por eso no interesa en lo más mínimo que el lector cliente esté informado, interesa el lector gobierno o el lector empresario que movilizan recursos. Por ello también, los periodistas no conciben cuando alguien escribe por el solo hecho de informar, siempre creen que hay alguien detrás, ya que está tan deformada su visión y es tan corrupta nuestra sociedad que lo normal pasa a ser sospechoso.
Los editores generalmente reciben directivas del dueño y se transforman en más “papistas que el Papa”, ya sea por miedo, ya sea por arribismo. Lo peor es que esto se traslada en forma piramidal, formando en definitiva comunicadores sin personalidad y que en tremenda competencia interna solo luchan por lograr los favores del príncipe.
Como final, al lector de esta columna sólo le recomiendo que lea con atención todas las noticias y las columnas de opinión y si puede ver la trayectoria de un medio a lo largo del tiempo, se llevará no pocas sorpresas.
También es curioso, en los medios nacionales al menos, lo que se dice, los valores que se pregonan y lo que es la política empresaria interna totalmente contradictoria y salvaje, pues generalmente lo que se aprende es por vía del ejemplo y los hechos, y no tanto por la lectura.
En esto, obvio, hay excepciones

Pepe N.

2 comentarios:

Lisandro Arijón dijo...

Que triste la situación del periodismo argentino, yo soy estudiante de Comunicación Social y ver como en los ultimos 30 años se destruyó la profesión es algo muy doloroso, mucho mas cuando los pricipales medios son funcionales a intereses economicos y politicos, lamentablemente estos medios manejados por grupos más financieros que de medios son quienes acaparan a la mayoria del publico creando un mensaje que por repetitivo termina siendo el que la sociedad toma como real, por eso considero que el futuro de la comunicación esta en los medios independientes, que no tengan como principal objetivo el comercio.
Saludos y te dejo la direccion de mi blog... www.comunicacionunlam.blogspot.com

Anónimo dijo...

El periodismo Argentino se ha politizado y se convirtio en un negocio para muchos.
Las noticias llegan inmediatas y de la misma forma la deforman de manera tal que de uninforme
valido pasan a un dilatado palabrerio alarmante y o comico, como en en el caso de los programas faranduleros.
“Lo cotidiano es una manifestación admirable y modesta de lo absurdo”,
Dijo Oliverio Girondo Sobre el periodismo alguna vez.