martes, 8 de junio de 2010

¿ T R A I C I O N A D O S ? (Bebote comprate un plasma)






Murmura, silabea, “me las van a pagar”…se escucha…turros, traidores…los improperios siguen…me acerco con un poco de temor, pero era un buen momento.

¿Qué pasa Bebote?; me mira con furia y después se relaja, es como un animal enjaulado,… “no entiendo loco, no puedo entender”… y la verdad…lo comprendo.

Dice que, el año pasado después de las elecciones, lo fueron a buscar: "estaban aterrados, muertos de miedo, decían que les iban a hacer un golpe de estado y nos pidieron nuestro servicio, necesitamos gente que le ponga el pecho a las balas, nos arengaban, les junté con Marcelo a varios y llegamos a 300, somos un pequeño ejército y al servicio de ellos. ¡Que mas querés papá!; Nosotros estamos con la democracia y nos gustó que nos llamaran para defenderla".

No entiendo, prosigue, nos palmeaban, ellos mismos nos ofrecieron Sudáfrica, y bueno de allí para acá había que organizarse y ya estábamos en el mundial. Yo era el tesorero, ojo, todo muy prolijo, eh?

Armamos la ONG. La fundación “Hinchadas Unidas Argentinas”, y nos comprometimos a que en las canchas no hubiera mas escándalos ni violencia. ¿Te parece poco? Hasta Aníbal nos palmeaba, Hugo estaba firme con nosotros, era uno más. Nos pedían ir a tal lado y evitar tal acto de la oposición y allá estábamos, ir a un acto a aplaudir y gritar con el bombo y allí íbamos.

Era lo arreglado. ¿Pero cómo me van a hacer esto? ¿Cómo? juro que no entiendo, no entiendo nada. Si Pablito es un amigo de toda la vida, si respetamos todo y obedecimos todo. No los entiendo se dieron vuelta, nos hicieron llegar hasta acá y nos mandan de vuelta y es la peor hermano, la peor, peor castigo que ésto no hay, me entendés ¿no?

Que le iba a decir, en ese razonamiento común y simple, Bebote tenía razón, no se entiende. Como no se entiende que los únicos que tienen plata para un mundial son barras bravas. Hasta algunos son asalariados en el INDEC.

Parecería que son la otrora llamada mano de obra desocupada, no tan desocupada.

Jueces que los dejan salir, fiscales que no protestan, y después ante el escándalo mundial, se arrepienten y mandan a la federal que los traiga de vuelta.

Hay un grupo, que, según comentan, están esperando que Bilardo cumpla. No quisiera estar en sus huesos, el pez como siempre por la boca muere.

Bebote, Pillín, Flay, el Narigón, Cara de goma, son diez en total, se sienten traicionados, alguien, piensan, del gobierno los mandó para atrás. Alguien que antes los aplaudía y festejaba. Alguien que hoy, ante la repercusión mundial se “lava las manos olímpicamente” y mira para otro lado.
Pero, “esto recién empieza” al menos es lo que deja traslucir Bebote, ya vas a ver, ya vas a ver…


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martes, 1 de junio de 2010

¿OTRA VEZ LOS FALCON?


Juan, un tranquilo estudiante de derecho y por esas cosas de incontinencia verbal, se le ocurrió decir una grosería, mientras pasaba en auto Isabelita, la entonces presidente de la Nación.
Ni lento ni perezoso se le acercó un Falcon color verde, bajaron dos tipos de piel cetrina, lo agarraron y lo hicieron subir al auto. Eran las 19.30 hs. de un día de semana del año 1975.

Aterrado, empezó a hablar, los tipos lo miraban, no le contestaban y murmuraban en otro idioma,…empezó a balbucear, en inglés, en castellano, en francés…y ahí entendieron, les dijo que era hijo de un diplomático, que nada que ver con la política, que bla, bla, bla. Lo sopapearon un poco y lo tiraron por allí. Eran argelinos.

Epocas bravas, todo se confundía, se hablaba de la “coordina” federal, de los “montos”, de López Rega, del Ministerio de Bienestar Social y sus sótanos, había manifestaciones, caos, y hartazgos varios.

Pasaron los años… dos jóvenes salían de declarar de los tribunales de San Isidro, de pronto ven que los siguen, dos autos, ya no Falcon verde por que no se fabricaba, pero si también de civil y acompañado por motos. Los siguen hasta su casa y exhibiendo una insólita orden judicial, los desnudan, los filman y se llevan sus ropas íntimas. Son los hijos de Herrera de Noble, víctimas de una jueza que añora los años de plomo y un gobierno que sueña con el ejercicio del poder sin control en plena democracia. El uso y abuso de la fuerza, algo genético que está en la cultura de muchos argentinos poderosos, que critican las dictaduras de los otros pero aman la propia. El enano fascista de siempre.

El huevo de la serpiente.

El sueño del ejército propio está plenamente vigente, están los barras bravas al servicio de la “comunidad”, les dan trabajo en organismos oficiales, o los ponen en la plantilla, y ya son útiles para todo servicio, para patotear el lanzamiento de un libro que no le gusta al poder, manifestarse contra el jefe de gobierno opositor, cortar calles y provocar caos vehicular. Y si la cosa se complica usar el “apriete”, Buzzi, De Angeli, algún empresario de por allí, hospital Francés etc.

Son sicarios.

El fútbol y sus hinchadas en particular son una usina creadora de delincuentes a sueldo, hoy que el fútbol es de todos, las hinchadas son del poder, ahí lo vemos a “Bebote" que con todo su grupo va al mundial, premiado por los servicios prestados, o los amigos, dicen, de Bilardo, ya instalados en Sudáfrica.
Bilardo el hombre que mas daño cultural le hizo al fútbol argentino, el día que se escriba en serio la historia del futbol y su barbarie, Carlos Bilardo deberá ocupar un lugar significativo.

Mientras se habla de consensos, conciliación, debate, de enseñanzas del bicentenario, etc. los argentinos seguimos presos de nuestros políticos, del saqueo nacional, de la violencia, del miedo.

Ya se ve a los comunicadores tipo Víctor Hugo o historiadores e intelectuales, llenándose la boca con esos slogans progresistas e ideológicos, que no los deja ver como: nos y los asaltan.

Ellos demonizan a la derecha, emulando al nazismo donde: para ser totalitario primero hay que demonizar al que piensa distinto. Así se hizo con los judíos. Y hacia allá vamos o acaso ya no es un insulto decirle a un tipo que es de “derecha”.

Cómplices de la barbarie.

Y…acá no pasa nada, ¿no es cierto Juan?






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