martes, 23 de diciembre de 2008

BARRANCA ABAJO


Hacia fines de los setenta un ex ministro de Franco, Manuel Fraga Iribarne y el líder del partido comunista Santiago Carrillo, se sentaban y discutían civilizadamente el futuro del país. No había cuentas del pasado, no había infamias que reclamarse. Eran dos personas civilizadas que pensaban en la nación, antes que en sus caprichos personales.
Hoy a treinta años vista, España es un gran país y mucho se lo debe a estos políticos de raza, donde habría que mirarse.

La Argentina ha tenido en su historia muchísimos menos problemas sociales y étnicos, que España, pero a carecido de verdaderos políticos nacionales, es mas en la últimos décadas han brillado y brillan por su ausencia.

Vulgares, corruptos, psicópatas, egocéntricos, soberbios, mendaces, la lista puede ser interminable y lo peor es que ya en el mundo es casi una "marca país", es emblemático, gracias a esta gente ser argentino, significa todo eso.

Hasta uno de los clubes mas importantes del país y cuyo mayor mérito es mantener la tradición, los valores y el fomento de la buena educación. Festejaba a mediados de año un acuerdo con el cuestionadísimo Cristóbal López, sobre las tragamonedas, el que consideraban inminente.

Sólo es un signo de decadencia social enorme y ayudado por imágenes como la de la Presidenta no saludando al Vicepresidente en la Basílica de Luján, que no es un hecho menor, es gravísimo en un estado democrático y nos depara que, de no cambiar pronto de conductas, nos espera un futuro de anarquía, anomia social y violencia de proporciones.

Lo mejor para el año que viene es: que estos rencorosos cambien o sino, que se vayan.

No estaría mal sería un buen regalo de navidad.

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