miércoles, 24 de junio de 2009

LA SERPIENTE

Mientras los barras bravas de Huracán se mataban a balazo limpio, era gracioso escuchar al Ministro de seguridad, Aníbal Fernández, argumentando que el problema era de un par de infiltrados en las barras de los clubes de fútbol.

Hay innumerables antecedentes de la crisis de seguridad alrededor del fútbol, la pelea de los líderes por parte de la torta económica que reparten los dirigentes, sea en entradas, en ventas de bebidas dentro del estadio, y en uso de sus servicios rentados para lo que sea necesario.

Fue lastimoso ver hace unas semanas, a las hinchadas de River y Boca, portando carteles contra el diario Clarín, como si fueran avezados lectores del periodismo vernáculo y a la vez participaran de una interna intelectual sobre los contenidos de los diferentes medios de nuestro país. Esto es cultura , carajo, diría el inefable Aníbal.

Claro, alguien pagó y en este caso no es difícil imaginar que los que lo hicieron no vinieron precisamente del mundo del fútbol. Pero Aníbal debe defender las ideas y la cultura general tan vasta de estos inadaptados. Quizás él en algún tiempo formó parte y tiene añoranzas, por la forma en que habla y se expresa parecería que alguna cloaca debe tener en origen.

En el Nacional B, no pueden ir a las canchas los hinchas visitantes, lo hacen por razones de seguridad. Y no van, pero igual los policías para dar “seguridad” no han disminuido la cantidad de efectivos. Estuve en el partido en que Chacarita festejaba su ascenso, era una fiesta, hasta familiar, lleno de chicos con sus padres, madres, niñas, etc. La policía metió 600 efectivos como si fuera un espectáculo de alto riesgo. ¡Increíble! A Chacarita le costó $ 100.000 la seguridad y lo único provocativo que uno vió fue a la misma policía y su guarango grupo de infantería que se metió en la cancha y hasta molestó en el festejo de los propios jugadores.

Es indudable que entre los intereses policíacos, los intereses políticos y la dirigencia “futbolera”, este gran espectáculo público está en vísperas de desaparición. En Gran Bretaña erradicaron la violencia en las canchas, en La Argentina con ministros como Aníbal y dirigentes como Grondona, es muy pero muy difícil, al contrario cuanto mas el tiempo pasa, todo está peor.

Hoy la delincuencia se pasea por las calles con impunidad, los ministros, como vemos, miran para otro lado o dicen disparates y son funcionales a la inseguridad, los dirigentes usan a los “barras” para sus negocios particulares, los políticos para llenar plazas o escrachar a alguien. Los hombres de negocios, son eso “de negocios” y no “empresarios” y les importa un rábano estas cosas tan alejadas de su burbuja vital.

En La Argentina va a haber elecciones, se habla mucho, se miente mucho, se desgobierna y estamos al borde de perder la República. Cosa que demuestra que la democracia no se ganó sino que la dictadura se retiró. Y no extrañe que a estos sujetos que hoy nos gobiernan les encantaría tener el poder de la otrora llamada Junta Militar.

www.vinietas.blogspot.com

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuál es la diferencia?
A casi dos años del Partido entre Chicago y Tigre, en donde seguimos lamentando un muerto y varios heridos, vemos con estupor que producto de una gresca entre facciones de la misma hinchada de Huracán, hubo tres muertos y varios heridos.-
En aquella oportunidad, a chicago se le descontaron 20 puntos y se suspendió la cancha por 20 fechas.- Insisto, cual es la diferencia?
Que Sergio Massa es Directivo de Tigre
Que las elecciones estaban más lejos y no se necesitaba “esconder “ ese luctuoso hecho o el lamentable accionar tanto del Comité de Seguridad como de la Policia.
Que los clubes tienen distinta trascendencia y peso en la AFA.-
Resulta una verdad de perogrullo que si se quiere erradicar la violencia del futbol es necesaria la decisión política de hacerlo.- Si los funcionarios como “Aníbal Fernández” están más preocupados en discusiones semánticas con el periodismo que por continuar con la aplicación de políticas disuasivas y que pongan en evidencia que el accionar de las barras a los primeros que perjudican es a los clubes que los aceptan y los alimentan, en perjuicio del resto de los hinchas o simpatizantes del mismo. Dificilmente podrá lograrse el objetivo.-
El juego de Huracán es elogiable pero debe ser sancionado.- No es aceptable ni lógico poner eventuales logros deportivos por encima de la vida humana.-
MUDO

Pepe N. dijo...

Totalmente de acuerdo con lo que escribís. Gracias mudito. Abrazo