"Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie"
"¿Y ahora qué sucederá? ¡Bah! Tratativas pespunteadas de tiroteos inocuos, y, después, todo será igual pese a que todo habrá cambiado".
Cristina F. de Kirchner gran cultora del gatopardismo político, acaba de dar una muestra terrible de ello, al anunciar el desmembramiento de la SIDE o SI y la creación de una similar que dependerá de la Procuración General de La Nación. Para decirlo claro de la Dra. Gils Carbó, denunciada por abuso de autoridad y malversación de fondos públicos, es sin dudas mas "cristinista" que CFK.
Una tomadura de pelo a un pueblo que mira azorado el accionar del gobierno, la nueva Agencia no solo será manejada por Gils Carbó, sino por el propio Poder Ejecutivo a quien responde y a no dudarlo que será copado por hombres de la Cámpora que hace rato que quieren hacer pie allí.
La SIDE se desmembra por que después de 12 años, dejó de ser de utilidad para la Presidencia de la Nación para sus investigaciones internas de uso estrictamente político/opositor con fines no muy claros.
La Presidenta acusa a Lagomarsino sin prueba alguna, a Stiusso el "demonio en persona" y no toma en cuenta que ella y el Canciller, junto con D'Elía, Esteche y otros, son denunciados por el difunto Fiscal Nisman de encubrimiento en la causa AMIA, un delito de gravedad inusitada. Nada se dice y por el contrario pre juzga poniéndole presión a la Jueza y la fiscal que investigan la muerte de Nisman.
Final: Nada cambiará y nada se averiguará salvo lo que ordene la presidenta, via sus nuevos espías (¿Milani?) y los cooptados por Gils Carbó. Habrá mas escuchas que nunca sin orden judicial y armado de carpetas como nunca. Ya se notó con el espionaje a Nisman y a sus hijas. De paso se asegura la impunidad tan deseada.
El culpable ya está es Lagomarsino, los acusados por Nisman tienen mas poder y mienten mas y mas. ¿El final de un paìs promisorio?
El culpable ya está es Lagomarsino, los acusados por Nisman tienen mas poder y mienten mas y mas. ¿El final de un paìs promisorio?
Pobre Alberto Nisman, pobre nosotros.
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