POLÍTICA DE ESTADO
Gloriosa década, gloriosa Argentina resurgida de las cenizas como reserva de occidente por obra gracia de un gobierno humanista, honesto, progresista, y por sobre todas las cosas demócrata y republicano.
Esta frase bien podría estar en algún libro de historia de Felipe Pigna, en alguna nota de Carta Abierta o del mismo Ricardo Forster, el intelectual y frecuentador de las clases altas de quien reniega, pero le gusta pertenecer.
Todo lo que ha pasado en esta década, si uno toma distancia y lo cuenta, nadie puede creer el nivel de energúmenos que han gobernado el país y los desastres que hicieron. Arrasaron con todo, nos pasó un Vietnam cultural sobre nuestras cabezas y miramos atónitos como la destrucción paso a paso se fue dando. Hoy La Argentina dejó de ser lo que era y es un insignificante y bananero país del confín de Sudamérica.
Es la verdad, esa verdad que solo se ve en determinados medios y en las caminatas y paseos de uno, esa verdad que nos muestra 2.500.000 de habitantes en villas en la Ciudad de Buenos Aires y en el cordón del conurbano.
Esa miseria que denigra al hombre, está presente por obra y gracia de una gestión oprobiosa y destructiva.
La droga denunciada por obispos y por la propia Corte ante la increíble inacción de los poderes del estado, quienes niegan su inoperancia o complicidad, con mentiras y mas mentiras. Hace "capote" en las grandes ciudades del país, los carteles han encontrado terreno fértil y políticos agradables para su gestión. De Colombia y de las favelas vinieron para acá, estaba anunciado, a nadie le importó. Total era y es un negocio mas para el enriquecimiento de los pusilánimes de siempre.
Esa libertad de expresión que acorralada nos puede mostrar apenas una parte de lo que sucede en el país del cinismo, duele y duele más cuando comunicadores presuntamente informados ven la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, sino qué es cuando se hacen eco de la "distorsión de Clarín y La Nación" y no ven el monopolio de los corifeos que copan los medios gráficos y audiovisuales, 3 canales de 4 abiertos, y dan una versión tergiversada de la realidad de un país ruinoso.
Sin medios que digan la verdad el habitante común solo se enterará de lo que pasa a la vuelta de su esquina y apenas en su trabajo. Y obvio lo que le dicen los cínicos que copan los medios por obra y gracia de un gobierno generoso y acaparador. Por eso la Ley de medios de Sabbatella de ser exitosa nos deparará un destino similar al discurso único.
No sabemos como está la Presidenta, quizás nunca se sabrá, sólo la sorpresa de verla muy mal atildada en una foto reciente, una mujer coqueta como ella, debe estar muy mal como para salir en auto hacia el Sanatorio sin la producción cuidada que siempre solía tener. No sabemos nada.
Los médicos originales, Facundo Manes y Cía, renuncian y le pasan la posta a los médicos de presidencia que no son ninguna garantía. (Recuerdos de Néstor).
Estoy preocupado, es que en el país de la mentira nada es verdad y nadie quiere saberla.
Mal o bien el desastre está instalado, mientras todos luchan por el poder y las ausencias de políticas son notorias, la inseguridad acompañada con el narcotráfico se adueñan poco a poco de un país sin moral y con un empobrecimiento inevitable producto de una inflación y de gestores ministeriales que solo han llegado al poder para hacer negocios y no saben gerenciar ni su casa y como ven pérdida de poder ahora negociarán una salida "honrosa", como siempre, nadie paga o si. Lo pagan los mas de 8.000.000 de pobres que pueblan los asentamientos, sin cloacas, agua potable, en los bordes de vías de tren y riachos contaminados.
Por algo ganó el socialismo en Salta, hay gente que se cansa y manotea lo que puede.
2 comentarios:
Una pena...
Pepe,
Acertado . . . la verdad duele. Pero es la verdad. Es la realidad. Y como bien dices, por repetido ES desagradable......
Gracias por compartir, un gran abrazo
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