
Circulaba por la Av. Cabildo y un fuerte olor a pachulí me golpeó la cara. A mi derecha un chico veinteañero prendía y fumaba un cigarro de marihuana mientras manejaba. Esperé a llegar al semáforo y le pregunto: ¿Estás fumando un porro? – – sonríe y me agrega, “obvio” – pero solo podes en el ámbito privado, le digo, – “jeje me replica, cierro la ventanilla y listo jaja”, termina.
Dos cuadras mas adelante veo un gran anuncio con la figura de Chiche Gelblung que dice “compre oro al mejor precio” lo recomienda Chiche, Cabildo 2114.
Mientras por la radio escucho a Longobardi despotricar contra el estado de cosas y preguntándose qué nos pasa, por que nos peleamos tanto, adonde vamos a parar, etc. etc. etc.
Extraordinario me dije, los muchachos de La Corte viven en un Tupper. A nadie mas que un extraviado se le ocurre poner a Chiche como símbolo de confianza y credibilidad y que Longobardi se pregunte después de 6 años de gobierno K. el estado de situación, es por que estuvo distraído mucho, pero mucho tiempo.
Sorpresas te da la vida, sorpresas.
Recuerdo hace años (2004) estaba en Infobae, y el comentario era, la terrible insistencia de Alberto Fernández, quien teléfono en mano, llamaba al editor para comentarle su parecer del diario y lo que se iba a publicar.
Si esto no es apriete…
Hoy Albertito se sorprende que a él lo vigilen, como si fuera una virgencita violada en su intimidad. ¡Un cachafaz!.
También a aquellos empresarios que auspician periodistas, si el comunicador era un tipo crítico del gobierno, no le ponían un mango, se borraban o directamente le decían, mirá no te pongo por que tengo miedo.
Una gran democracia en tiempos de Kirchner.
Los progre, los benditos progre, de mentes cerradas, imposible de cambiar opiniones, ya que su ideología le tiñe toda su realidad. Entonces tenemos la paradoja de tener un gobierno defendido a muerte por los progresistas de turno y ser (el gobierno) uno de los mas retrógrados que ha tenido la breve historia democrática argentina.
Muy parecido a Menem en sus métodos pero absolutamente sin carisma y sin guardar las más mínimas formas, el gobierno se ha montado en un presunto discurso de izquierda y una gestión abiertamente productora de pobres.
Nunca nuestro país ha sufrido una brecha tan grande entre los ricos y pobres como ahora, nunca ha sido tan despiadada la política para con los necesitados. Y nunca se han tergiversado tanto las palabras y su sentido como en esta época de sombras.
Pruebas al canto.
Está por salir una ley de tecnología en donde se gravan los computadores y celulares, entre un 10 y un 40%. Para proteger a 4 empresarios de Tierra del Fuego, se perjudica a millones de clase baja que consumen celulares y luchan por el acceso a Internet en locutorios baratos. Se atenta contra su educación y contra el progreso. Esto ya pasaba en los 70, o en la España de Franco y así se estanca un país y se mata la movilidad social.
Se anuncia “la democratización del fútbol”, fútbol gratis para todos, en especial para los pobres, Doña Disparate hace lamentables analogías con la dictadura.
Los clubes del nacional B, son ninguneados y para verlos por TV, hay que pagar y lo peor es que está prohibido ir a sus hinchas a la cancha cuando juegan de visitante por “razones de seguridad”.
Todo un contrasentido, se beneficia a los clubes ricos y se deja y abandona a los clubes pobres.
Lo de siempre se miente en el discurso, los “progre” apoyan, y la realidad muestra que: “A LOS POBRES NI JUSTICIA”.
Se aumentan las tarifas públicas de golpe y en forma despiadada, se miente con las estadísticas oficiales, lo que hace que una cantidad enorme de “sumergidos sociales” no figuren, directamente no existen.
Nunca pasó esto en La Argentina, nunca se despreció tanto al pobre de pobreza infinita.
Lo más inconcebible es que la izquierda apoye estos programas, Artemio López, Forster y sus amigos de Carta Abierta, los actores y actrices, presuntamente comprometidos con “lo social”. Los serviles y oportunistas como Felipe Pigna, los manipulables como Morgado, Gvirtz, Fantino, Fontova, Sily, Korol, y muchísimos más.
Daba vergüenza ajena como Aníbal Fernández hablaba en el programa de Fantino, sobre las bondades del fútbol por TV pública, del gran negocio que era y la transparencia. Fantino lo tuteaba, al ministro de ministros, y asentía.
Este tipo es periodista, flaco favor a la profesión.
De golpe apareció Pamela David, le hizo dos o tres preguntas serias, y Aníbal hacia agua por los cuatro costados. (Pensé que a Pamela la echaban al otro día).
Cómo estará todo que una linda modelito, le da lecciones periodísticas, al presuntamente “periodista” del programa. La independencia es difícil. ¿no?.
A pesar de todo, quedan todavía los Leuco, Eliaschev, Castro…y ese hallazgo de periodismo politico televisivo que es Jorge Asís.
Muchos periodistas de la llamada derecha han sido funcionales a Kirchner, curioso, y marca la debilidad de los principios.
Todo tiene un precio, esa es la funcionalidad, y Néstor lo sabe y los manipula.
Si hoy los dirigentes, se sorprenden por las actitudes de Kirchner es por que durante muchos tiempo no quisieron ver la realidad, y se dedicaron a hacer negocios. Sin importarles “un pito” el futuro del país.
Si hoy se alarman, es por que se acabaron los negocios. Así de simple y así de lamentable.
No se vislumbran reservas de probidad y capacidad en los recursos humanos, todo lo contrario. No hay ejemplos para la juventud, y para los no tan jóvenes. Todo esto nos lleva poco a poco a ser un país africano más, con la particularidad de estar lleno de alimentos y también lleno de hambrientos.
Incorregibles e imperdonables.
Eso sí, toda la culpa la tiene Martínez de Hoz…
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