
Pasaron los años, las acciones, los discursos rimbombantes, las mentiras, el enriquecimientos, la inflación, todo pasó en seis años, donde los progresistas confiaron a ciegas en las politicas de bienestar y sociales del estadista venido del sur.
Muchas veces las vendas ideologicas no dejan ver la realidad y esta se distorsiona y aparece como uno la desea, esto pasó con la izquierda nacional, “no hay peor ciego que el que no quiere ver”, pero como diria el poeta del fútbol, “todo pasa, todo pasa”.
Ni siquiera la llegada tardía al redil de Victor Hugo Morales o Alejandro Apo, honestos personajes de la locución nacional, podrán evitar esto, llegaron tarde, muy tarde al reparto.
Tampoco Braga Menendez el publicista amigo, que consiguió, al fin, la cuenta de la AFIP, podrá seguir diciendo que estamos en presencia del gran estadista Argentino, ya no se lo ve por los lugares que solía frecuentar, dicen, las malas lenguas, que anda con “Don Carlos” paseando con el auto que ganaron.
Al renunciado Alberto Fernandez, que se llenaba la boca al final de todos los reportajes, aludiendo de que estabamos en presencia del mejor presidente que nos dio la democracia, él también, en el llano, se dió cuenta.
Los progres ya reniegan de los exmontoneros, quienes encaramados en el poder no ha hecho otra cosa que enriquecerse y olvidarse del pueblo, de ese pueblo tan querido y tan temido.
Las cifras no mienten, 30% de pobreza, 12% de hambrientos, toda una indignidad en un país de alimentos. Recesión galopante, ni siquiera la limosna alcanza para frenar a las “fieras”.
Sindicalistas ricos, obras sociales truchas, amigos del poder dueños de todo y que quieren mas de un país empobrecido y lleno de “perros de paja”.
KRAFT es el principio, la izquierda sindical no obedece los mandos naturales, ya se dieron cuenta del “choreo” y no hay nada peor para un progre que “el choreo” en el Estado.
No se soporta que figurones del gobierno paseen y muestren sus riquezas groseras, ante la mirada impávida de los pobres de toda pobreza, no se soporta.
Se viene un octubre recargado, las bases combativas están en estado de alerta, el centro y la derecha no quieren saber nada con la ley “mordaza”, ni con el abuso impositivo. Sus dirigentes están también sobrepasados, no han estado a la altura de las circunstancias, entonces el caos y el enfrentamiento es inevitable.
Se dieron cuenta que el gobierno no tiene gestión, no tiene horizonte, y lo único que vislumbran son interesas personales, a costa de los que menos tienen. Se dieron cuenta del verso, de la ineptitud, del saqueo, y de la ambición sin sentido.
Ya todos se dieron cuenta.
La caída es inevitable.